Parece que los chicos de Redmond no terminan de convencer a las empresas a migrar a Windows 8. Pero, ¿ Cual es el motivo por el que las empresas no quieren cambiar al nuevo sistema operativo de Microsoft?. Desde NetWork World nos aportan varias reflexiones al respecto que podéis leer a continuación.
¿Por qué las empresas no quieren migrar a Windows 8?
Según la publicación semanal estadounidense de TI los principales motivos de las empresas para no adoptar Windows 8 son los siguientes:
- El rotundo éxito del veterano XP y el fracaso del inefable Windows Vista, hizo que muchas empresas al no encontrar una alternativa seria al primero, se acomodasen a no cambiar. Perdurando esta costumbre hasta ahora.
- La novedosa interfaz Metro (Modern UI) también es un obstáculo, en el sentido de que se necesita un aprendizaje y este periodo de formación las empresas lo ven como una pérdida de productividad. Aunque esto parezca extraño para un usuario doméstico, una empresa con miles de trabajadores cifra el tiempo de aprendizaje como tiempo en el que no se produce. Estos minutos o días, al final suponen una pérdida monetaria importante.
- La adopción de un nuevo sistema operativo muchas veces trae consigo cambios en el hardware, que suponen también un gasto.
- Los posibles problemas de compatibilidad con los programas propios de la empresa y resto de aplicaciones de terceros, que pueden suponer un gran coste en nuevas licencias y programación.
- Windows 8 no supone un salto importante en cuanto a seguridad y estabilidad, lo cual unido a que existirá soporte para Windows 7 hasta el 2020, hace que las empresas sean reacias al cambio. Además una mejora en la interfaz no pesa en este sentido.
- Los rumores sobre el posible lanzamiento a primeros del año que viene de Windows 9 no ayudan. Las empresas viendo la posibilidad de que salte a la palestra otro nuevo sistema operativo a corto plazo, prefieren esperar a este.
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