Lo cierto es que los tiempos están cambiando y la evolución de la tecnología avanza a un ritmo frenético. Un sistema puede rendir al máximo nivel hoy y quedar obsoleto a los pocos años, o quedarse fuera de juego por el nacimiento de una nueva tecnología. Compañías como Valve han criticado estos ciclos y, de hecho, ya apuestan por sistemas configurables desde un primer momento, capaces de adaptarse a los cambios del entorno.
Pero frente a planteamientos como las Steam Machines, aún en fase beta, tenemos las consolas tradicionales. Microsoft ya ha confirmado que su consola aguantará una década pero, ¿Qué es lo que opina Sony?
A tenor de las declaraciones de Fergal Gara, recogidas por el medio TechRadar, el ciclo de vida de PS4 podría ser inferior al de PS3: “Creo que existen razones para pensar que el próximo ciclo debería ser menor en regiones como UK”, y agregó: “Probablemente sea un síntoma de los tiempos que corren y de lo mucho que han avanzado las tecnologías en siete años, pero creo que la voluntad y la intención de hacerse con una tecnología más rápida ha cambiado un poco”.
Si tomamos como referencia la voz de terceras compañías, la apuesta por ciclos menores es clara. En el caso de EA, consideran que un ciclo tan largo como el de PlayStation 3 no debería repetirse: “El ciclo de esta consola se ha alargado más de lo que me hubiera gustado”, y añadía: “Un periodo de cinco o seis años es lo que espero para el futuro”.
Un nuevo horizonte
Por nuestra parte, además de potencia exigimos nuevos horizontes de juego, y ya estamos percibiendo pasos en este sentido. El relevo generacional se ha caracterizado por abrazar concepciones más abiertas y flexibles. Por ejemplo, títulos como DriveClub proponen fórmulas que superan las barreras de juego online y offline. Por otro lado, nos satisface encontrar un buen número de Triple A en su catálogo pero también numerosas propuestas independientes, e incluso juegos Free to Play como Blacklight.
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