Pero su caso no es el único. Zack Jafarzadeh no pudo comprar un iPhone para su amigo que hablaba persa en otra tienda de Apple en el Perimeter Mall en Atlanta, Georgia, a pesar de que el joven en cuestión estudia en los EE. UU. con todos sus papeles en regla.
Los vendedores de Apple aseguran que la política de no vender sus productos a ninguna persona de Irán está estipulada en los manuales de la empresa.
Las políticas de Apple, publicadas en su página web oficial, prohíben la exportación, venta o suministro de cualquier producto de Apple, o sus tecnologías a Irán, al igual que a Corea del Norte, Cuba, Sudán y Siria sin la autorización previa del gobierno de EE. UU.
Sin embargo, esta medida no parece ser muy consistente. Al Sabah Sabet llamó al servicio al cliente, donde un empleado se disculpó y le aseguró que podría comprar lo que quisiera por Internet.
Las organizaciones de defensa de los musulmanes estadounidenses ya han reaccionado ante estos casos de discriminación.
"Desafortunadamente, esto es parte de un patrón creciente en el que las sanciones cada vez más amplias contra Irán están afectando a las personas equivocadas", dijo Jamal Abdi, director del Consejo Estadounidense Iraní.
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